Romances trágicos

Libro de romances trágicos
El crimen de Irún
Virgen Sagrada del Carmen / dame alientos y valor
para explicar este crimen / que enternece el corazón.
Con humildad y paciencia / le suplico a Dios del Cielo
que me ayude a explicar / un lastimoso suceso.
El caso pasó en Irán / último pueblo de España
y para mejor decir / está rayando con Francia.
Un joven de veintiocho años / por nombre tiene Gabriel
ha cometido este crimen / según lo dice el papel.
Con una joven muy rica / llamada Demetria Hernández
sólo por el interés / la hicieron casar sus padres.
El nunca la tuvo amor / y al verla se retiraba
porque estaba enamorado / de la sirvienta de casa.
Sus padres cuando supieron / que trata con la criada
pronto la dieron la cuenta / y la desechan de casa.
Advirtiéndole a aquel joven / que si con ella se casa
no le tendrían por hijo / y que le desheredaban.
Muy disgustado Gabriel / con Demetria se casó
y el odioso criminal / pronto la muerte la dio.
Ya se celebró la boda / con gran acompañamiento
amenizando este acto / la banda del regimiento.
Así pasaron el día / en el mayor regocijo
y el novio que se encontraba / muy serio y contrariadísimo.
La alegría de los padres / en luto se convirtió
porque aquella misma noche / la infeliz novia murió.
A las once de la noche / terminaron de cenar
retirándose los novios / a su cama a descansar.
Al entrar al dormitorio / al quitarse las alhajas
el novio como un león / a Demetria despedaza.
La agarra de los cabellos / y desenvaina el puñal
cortándole la cabeza / el odioso criminal.
No se contentó con eso / que la quitó las alhajas
para irse a Buenos Aires / con la pícara criada.
Las alhajas de la novia / valían treinta mil reales
que se las regaló un tío / días antes de casarse.
De oro son los pendientes / los anillos y pulseras
y un collar todo cubierto / de róbelas y de perlas.
A la mañana siguiente / ya se reunieron todos
para darles la alborada / donde dormían los novios.
Al ver que tardaban tanto / en levantarse los novios
el padrino y la madrina / entran en su dormitorio.
Al ver allí una cabeza / separada de su cuerpo
salieron muy asustados / llorando sin desconsuelo.
Y los padres de la novia / al ver a su hija muerta
del susto que recibieron / desmayados caen a tierra.
Dieron parte a la justicia / y el juez vino sin tardar
a reconocer el cuadro / que daba duelo el mirar.
A las veinticuatro horas / prendieron al criminal
y también a la criada / juntos en San Sebastián.
Estos fueron detenidos / en un comercio lujoso
al ir a vender las joyas / para marchar presurosos.
Estos tenían pensado / en vendiendo las alhajas
con el dinero de ellas / a Buenos Aires marcharan.
Pero la Guardia Civil / que les cogen en seguida
les echaron las cadenas / y ellos allí declararían.
La criada ha declarado / que ella no sabía nada
que en marchándose de servir / a su casa fue a buscarla.
Según tenemos noticias / la criada fue causante
de que matara a su esposa / para irse a Buenos Aires.
No me traten con error / decía muy afligido
que yo les declararé / el crimen que he cometido.
La culpa tienen mis padres / de verme aquí enfrentado
porque me hicieron casar / con la mujer que he matado.
Y después de darle muerte / las alhajas la robé
y una vez que esto hice / apresurado marché.
Mas ahora que he sido cogido / por mi desdichada suerte
ustedes me juzgarán / si yo merezco la muerte.
Padres los que tengáis hijos / darles buena educación
que no se vean en la afrenta / como aquí me veo yo.
También a los padres digo / que no les casen a fuerza
que si dan palabra a una / dejar que cumplan con ella.
Aquí se acaba la historia / de este odioso criminal
según dicen en Irún / la muerte le juzgará.
Informante: Fermina García Carro, 17 de agosto de 1976
Crimen de Valdenarros
Sagrada Virgen del Carmen / dame alientos y valor
para explicar este crimen / que en Valdenarros pasó.
El pueblo de Valdenarros / ha llamado la atención
un joven fatal y triste / que a su novia la mató.
Gregoria, que era su novia, / también de la misma edad
le ha dado muerte su novio / el día de carnaval.
Entre siete y siete y media / Gregoria iba al corral
ella que abrió la puerta / y su novio que allí estaba.
Le ha dado siete puñaladas / con un gran cinismo atroz,
dos le ha dado en el cuello / otras dos en un hombro
y otras tres en un costado / ….
Un hermano que tenía / que iba a soltar el ganado
al ver a su hermana muerta / allí cayó desmayado.
Acudió el joven Martín / los gritos de su hermano
también el vecino Pablo / para ver lo que pasaba
y dan parte a la justicia / para que fuera el juzgado.
Cogieron una camilla / para llevarlo al juzgado
su padre que iba detrás / allí cayó desmayado.
Y el novio al río se tiró / para darles más señas
en aquel árbol colgado / un tapabocas dejó.
Al pasar por la vereda / que se hallaba junto al río
un hermano que tenía / estas palabras decía:
¿qué has hecho criminal? / Como si picara berzas,
he hecho lo que quería.
Toda la gente decía, / toda la gente gritaba
que se busque a ese malvado / que se busque al criminal
por haber ejecutado / esa gran barbaridad.
El novio criminal
En la estación de Alicante / estando el tren esperando
en la sala de descanso / vino Rafael Tejero
con el revólver en la mano. / Ay Rafael, no la tires,
ay Rafael, no la mates / déjala que se despida
de la pobre de su madre. / Estando en estas palabras
tres tiritos la pegó / uno le entró por la pierna
el otro por el corazón / y el que iba para Carmela
el aire se lo llevó. / La cogen en un camión,
la suben la calle arriba, / preguntan por don Cristóbal
que le cure las heridas. / Don Cristóbal, don Cristóbal,
por la Virgen Soberana, / y la Virgen del Pilar
cúreme estas heridas / que me ha hecho un criminal.
Don Cristóbal la miraba / con mucha pena y dolor
qué lástima de muchacha / que no tenga salvación.
Estando haciendo la cura / a las manos se miró
y el anillo de su novio / con desprecio lo tiró.
Toma Carmela mi bolso / y se lo das a mi madre
y la dices que me he muerto / de una calentura grande.
No has muerto de calentura / tampoco de enfermedad
que has muerto de dos tiritos / que te ha dado un criminal.
En la tumba de la joven / ha nacido un arbolito
que tiene dos hojas verdes / con un letrero que dice:
“Aquí está enterrada Mercedes”.
A este romance parece que le faltase el motivo principal de la trama. Es evidente que debió existir algún asunto pendiente entre la pareja que lleva al novio a vengarse de ella. Y elige el circunstancial momento de la despedida en la estación para quitarla la vida.