QUINTANILLA DE TRES BARRIOS

Iglesia de San Lorenzo Mártir

 

@ltorre   Fachada principal 

Queda dicho en el apartado Historia que aunque se denotan algunas alteraciones constructivas en al planta, la original procedencia o erección de la iglesia es de la época románica. No se ha encontrado ningún tipo de documentación que confirme su construcción. Desconocemos las causas y consecuencias que surgieron en el devenir de los siglos para que se produjera una reconstrucción parcial. Quedan vestigios visibles de esta arquitectura, especialmente en el ábside con su ventana abocinada. Es muy posible que la zona en la que se llevase a cabo la reconstrucción fuera la de la entrada, quizá el atrio con sus columnas que sufrieran algún desperfecto y el espacio exterior se tapiara con una pared.

La tipología de la construcción se ajusta a los cánones de la iglesia románica. Planta de una sola nave que desemboca en la cabecera o ábside, donde se levanta el altar mayor. Al lado derecho se abre la sacristía y en el otro estuvo ubicado el púlpito. Un par de hornacinas a cada uno de los lados sirven de habitáculo a las imágenes de la Virgen del Rosario y al Cristo de la Misericordia. 

En el dintel de la puerta interior de la iglesia hay una losa en la que puede leerse el año 1586 junto a algunas inscripciones y símbolos. En el artesonado del techo del ábside se pueden ver grabados y pinturas de algunos escudos o blasones de armas nobiliarias que inducen a pensar en la procedencia de sus apellidos. Igualmente se pueden ver tres tallas de la Virgen y de un Cristo de considerable valor. El Cristo de la Misericordia se halla en uno de los altares laterales y es una talla de suma belleza. Su estilo es de transición, de finales del gótico y comienzos del renacimiento  (siglos XV-XVI). Escultura de una factura fantástica, la cabeza de una asombroso realismo de rasgos judíos, gesto indolente en posición frontal y erguida, con barba y facciones calmadas, así como otros detalles de su figura que denotan gesto y originalidad. 

   

Altar mayor

 

@ltorre          Altar mayor

 

El retablo del Altar Mayor es relativamente nuevo, aproximadamente 25 años, y fue donado a la parroquia por la familia Moraga-Aguilera, hijos del pueblo. Se trata de una obra, sin autor conocido, que se ajusta a los cánones utilizados por los maestros retablistas. Realizado en madera dorada, el retablo se estructura en tres cuerpos. El conjunto descansa y arranca de un sotabanco, que está ornamentado con motivos religiosos en el que se halla el Sagrario, del que parten las cuatro columnas encargadas de sostener el resto de la estructura. En los laterales se encuentra dos pedestales sobre los que se asientan las imágenes de Santa Ana  y San Joaquín. Este segundo cuerpo lo sostenta cuatro columnas esbeltas acanaladas que se van estrechando a medida que enlazan con el cuerpo superior. Cada una de las columnas deja un espacio en hornacina en las que se hallan las imágenes de la Virgen de la Piedra, en el centro, la patrona, flanqueada a cada uno de los lados por San Lorenzo, titular del templo representado por su atributo más característico, la parrilla, y San Roque, con su incondicional perro. El conjunto está rematado por un tercer cuerpo en el que sobresalen elementos decorativos y motivos vegetales coronado por una cruz.  

 

Baldaquino

                                      

@ltorre            Baldaquino

 

Todavía hoy puede verse el baldaquino de estilo barroco, desplazado de su primitiva ubicación del Altar Mayor cuando se cambió por el actual que acabamos de comentar. Es una obra relegada de su lugar de origen que debiera tener una mejor ubicación dentro de la iglesia. Es posible que se encontrara ya en ella desde su primitiva fundación, pero no podemos confirmarlo. El baldaquino es una mesa-altar cubierta por un dosel sobre cuatro columnas en cada uno de sus lados que se puso de moda durante el barroco y que guarda la esencia del arte berninesco (el escultor Bernini fue su creador y su obra más destacada es el baldaquino de la basílica de San Pedro del Vaticano en Roma). El que se encuentra en la iglesia es una escultura de madera que guarda una adecuada simbiosis entre lo arquitectónico y lo decorativo. En su conjunto, tanto los fustes contorneados de sus columnas, con motivos vegetales, como el dosel, son de bella factura, realizados en madera policromada, con predominio del dorado, y recargados de adornos en su talla. En su parte baja se hallaba incrustado el Sagrario.

Durante el tiempo que permaneció en el Altar Mayor sirvió de enmarque para alguna escultura exenta, tradicionalmente la de San Lorenzo, como patrón de la iglesia. Es posible que el antiguo altar mayor y el baldaquino fueran realizados en la misma época en instalados al mismo tiempo.

 

Pinturas del artesonado

  

@ltorre             Blasones nobiliarios

 

Las pinturas murales expuestas en el artesonado del ábside tienen una relación directa con la historia de Quintanilla. Se trata de escudos de armas de casas nobiliarias a las cuales estuvo vinculado el pueblo o han tenido una relación de protectorado. (Por lo general, los escudos simples se dividen en familias de dignidad y de comunidad, según estén vinculados a una familia por herencia o a un cargo o dignidad personal, o a una sociedad o municipio, etc.).

Escudo de armas del apellido Luna

Se trata de uno de los apellidos de mayor raigambre entre la nobleza de España. De raíces aragonesas que se remontan a los primeros siglos de la Edad Media, los Luna fueron ganando hegemonía a medida que los territorios anexionados se expandieron. El personaje más representativo de esta rama o linaje fue don  Álvaro de Luna, aquí representado por su condición de Conde de San Esteban de Gormaz, al que estuvo vinculado Quintanilla y sus posteriores descendientes.

Álvaro de Luna, nace en Cañete (Cuenca) entre 1388 y 1390, y muere en Valladolid el 2 de junio de 1453. Fue introducido en la corte como paje por su tío Pedro de Luna, arzobispo de Toledo, que  llegaría a ser Papa con el nombre de Benedicto XIII (1394). Supo convertirse en una persona muy importante en la corte. Fue un aceptable caballero, un habilidoso lancero, un poeta y  elegante prosista. Álvaro de Luna fue la figura central de la Castilla de su época en un periodo de constantes conflictos provocado por coaliciones de nobles que trataban de convertir al rey en una marioneta que sirviera a sus propios intereses.

En 1423 es nombrado I Conde de San Esteban de Gormaz, vasto territorio que incluye Ayllón, Gormaz, Maderuelo…. Sus riquezas, posesiones y poder aumentaron tanto que despertaron el recelo de los demás nobles, envidiosos del favoritismo que demuestra el rey hacia él. El papel de Álvaro de Luna ha sido objeto de controversia durante siglos. Para unos no era más que un noble ambicioso en línea constante de su propio interés. Para la mayoría de los historiadores, un leal servidor a su rey, interesado en reformar la autoridad real frente a la anarquía nobiliaria.

En 1474 el Marqués de Villena se apodera de San Esteban de Gormaz cuando reinaban Isabel y Fernando. En 1480, San Esteban pasa a manos de Juan Pacheco de Luna, nacido el 24 de abril de 1472 en Belmonte (Cuenca), hijo del Marqués de Villena, y se convierte en el IV conde de San Esteban de Gormaz. Muere en 1501, sin casar. En el siglo XVII se extingue la rama de los Luna.

Escudo de armas del apellido Sandoval

Descripción del escudo de armas: en un campo de oro, una banda de sable. De origen castellano, del lugar de su nombre (Sandoval de la Reina, partido judicial de Villadiego, Burgos). Sandoval significa “tierra de pastura, barranco y tierra cultivada por primera vez”.

Los cronistas señalan como progenitor de los Sandoval al Conde Gonzalo Téllez, hermano de Fernán González, marido de doña Urraca. Hacia el año 914, don Gonzalo vivía casado con doña Flámula, llamada también doña Lambra, de quien tuvo a Salvador y a Ramiro González. El primero fue el fundador del linaje Sandoval ya que poseía su reino en el lugar de Sandoval de la Reina y la familia tomó por apellido el nombre del lugar. 

Es posible que el motivo de este escudo aquí representado sea debido a que fuera uno de los nobles que participara activamente en el proceso repoblador de las tierras de esta zona. La vinculación con el conde Fernán González y el testimonio que confirma que las tierras que constituyen el término municipal de Quintanilla fueron donadas por la Condesa de Castilla, mujer de Fernán González, vienen a reforzar tal hipótesis.

 

Continuar